domingo, 30 de octubre de 2011

¿Cómo nos protegerán los coches en el futuro?

Si analizamos las causas de un accidente de tráfico existen multitud de factores que influyen en la colisión más allá del propio coche y sus características: la educación vial del conductor, su estado físico, las condiciones de la carretera, la climatología e incluso la suerte, porque uno sólo controla su propio coche y no puede sino confiar en el resto de conductores. Sería ingenuo pensar que los miles de accidentes de tráfico que se registran en las carreteras del mundo se puedan acachar solo al mal funcionamiento del vehículo.
"Existen mecanismos que impiden los accidentes o minimizan las lesiones cuando se éstos producen y ahí sí que podemos trabajar para proteger la vida de las personas”. En esta línea,  y tras años de investigación y desarrollo tecnológico en materia de seguridad, la casa germana de Ford presentó esta semana en la ciudad de Colonia sus últimos logros en seguridad activa con objeto de evitar en lo posible la colisión mediante sistemas de ayuda, alertas y asistencia a los conductores.

Uno de ellos es el "Sistema de reconocimiento de señales de tráfico", que permite a los vehículos reconocer las señales de límite de velocidad en carretera y también alertar a los conductores si circulan demasiado rápido. Así, en caso de que el conductor no vea la señal en la carretera, el vehículo la reconocerá y se la mostrará en color en la pantalla del cuentakilómetros.
La tecnología Active City Stop lanzada en el nuevo Ford Focus, es capaz de detectar un choque inminente y ha sido diseñada para ayudar a los conductores a evitar colisiones a baja velocidad en ciudad. Cuando el sistema detecta un objeto al frente mediante unos sensores, calcula 50 veces por segundo la fuerza de frenado necesaria para evitar la colisión, reduce la potencia del motor, aplica los frenos con toda la potencia, cala el motor y activa las luces de emergencia posteriores. Eso sí, este sistema de frenado funciona sólo a velocidades inferiores a 30 km/h y por tanto está únicamente pensado para la conducción urbana.

Cercano a la ciencia ficción es el sistema "Comunicación de coche a coche" por el cual los vehículos en un radio determinado ‘hablarán’ entre ellos avisándose cuando algo importante o grave suceda alrededor: un accidente, un atasco, una carretera cortada, unas obras, un adelantamiento rápido que el ángulo muerto no nos permite avistar, e incluso si el vehículo de delante lleva la puerta mal cerrada o ha olvidado encender las luces. Sin embargo este proyecto, que ya ha sido probado pero no implantado, requiere ser desarrollado por todas las marcas del mercado o no tendría sentido alguno; además de limitar la cantidad de información que cada coche emite y recibe con el objeto de no saturar a los conductores, lo cual podría distraerles creando un efecto contraproducente al que se pretende.

martes, 18 de octubre de 2011

La peste negra: ¿Por qué produjo tantas muertes?

Un equipo de científicos ha reconstruido la secuencia de ADN del antiguo microbio responsable de la peste negra, la pandemia que acabó aproximadamente con un tercio de la población europea enntre 1347 y 1351. Utilizando restos de la bacteria Yersinia pestis sacados de los dientes de cuatro esqueletos bien conservados de víctimas de la peste, un equipo internacional de investigadores descubrió que este microbio medieval tiene un código genético muy similar al de cepas actuales de la bacteria. Estos científicos no hallaron evidencia alguna de que mutaciones genéticas ayudaran a la cepa del siglo XIV a cobrarse un número tan elevado de muertes.



Entonces, ¿por qué fue tan letal? Se cree que una serie de factores no genéticos ayudaron a que la enfermedad se extendiera y la hicieron más letal. El clima empeoró y se hizo más húmedo, lo que perjudicó a las cosechas y a la ya pobre alimentación de la mayoría de las gentes de la época. Las ciudades abarrotadas eran hogar para millones de ratas, llenas de pulgas portadoras de la Yersinia pestis. Debilitados por el hambre y las condicones de vida poco saludables, el sistema inmunitario de los europeos medievales no estaba preparado para luchar contra la enfermedad.



La cepa actual, aunque similiar genéticamente a su predecesora, se ciñe casi únicamente a roedores y tiene dificultades para transmitirse entre humanos. Reconstruir la información genética sobre patógenos como la Y.pestis es importante para entender otras enfermedades infecciosas, dice Samuel Cohn de la Universidad de Glasgow, en Escocia. Aun así, puntualiza que es más importante conocer cómo una enfermedad afecta a las personas que el microbio que la causa. "Una enfermedad es una relación entre un patógeno y el organismo que lo hospeda, y esa relación va cambiando con el tiempo", dice.


Fuentes:
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viernes, 14 de octubre de 2011

¿Cuáles han sido los desastres más dañinos para la humanidad?

Vivimos en un mundo regido por las leyes de la naturaleza, somos seres frágiles de cara a los desastres naturales. Tan sólo durante este año ha habido 17.359 terremotos (entre ellos el de Japón, el de Lorca...) con un número de víctimas estimado en 20.788 de acuerdo con la USGS (estudio geológica estadounidense). También ha habido tormentas tropicales, huracanes (¿recordáis al famoso Irene, que tanto revuelo causó en la costa este de Estados Unidos?), erupciones volcánicas (a las que podría sumarse la del Hierro).

Pero lejos de justificar estos desastres como avisos de inminete fin del mundo, que aparentemente tendrá lugar el 21 de Diciembre del 2012, muchas personas (entre las que me incluyo) los ven como algo habitual en el planeta que habitamos. Al fin y al cabo, los desatres llevan sucediéndose durante los miles de años de la historia de la humanidad, y también mucho antes.

Es difícil clasificar los desastres según cúales son los más mortales. Las cifras de muertos son normalmente poco fiables, especialmente en los desastres históricos, y aquellos que acontecen en zonas poco desarrolladas. Además, los archivos históricos contienen un número bastante pequeño de desastres de los que sacar conclusiones certeras, dado que sólo ha habido un periódo relativamente corto de tiempo en el que se han tomado mediciones con precisión. Por último, desastres como brotes epidémicos pueden acabar con un gran número de personas, pero durante periódos de tiempo tan largos que es difícil pensar en ellos como desastres del mismo modo en que pensamos en huracanes o terremotos.
A pesar de esto, las epidemias son los desastres que han acabado con diferencia con más vidas humanas en los últimos dos milenios. La viruela es responsable por un número estimado de 300 millones de años únicamente en el siglo XX. Un número similar de muertes se atribuye a las epidemias de peste bubónica. La gripe española o gripe de 1918 mató de 50 a 100 millones de personas estimadamente en todo el mundo, en el plazo de dos años.

Las sequías, que también actúan durante un periódo bastante amplio de tiempo han sido parcialmente responsables por la muerte de millones de personas en distintas épocas históricas (debido a las hambrunas que provocan). Respecto a desastres a corto plazo, las inundaciones son las causantes de las mayores tasas de fallecimiento documentadas. Los terremotos también han sido la causa de un gran número de muertes. El tsunami del sudeste asiático de 2004, que mató a aproximadamente 230.000 personas, fue consecuencia de un terremoto submarino en el Océano Índico.

Aunque la evidencia directa es escasa, se especula que el desastre natural más mortal de la historia de la humanidad pudo haber sido la erupción de un supervolcán llamado Toba, en lo que hoy en día es Indonesia, hace unos 70.000 años. Esta erupción pudo acabar con el 90% de la raza humana, al provocar una considerable redución de la fotosíntesis y un drástico cambio climático como consecuencia de las cenizas que expulsó a la atmósfera.

Es posible que un futuro desastre natural, como un impacto de meteorito o la erupción de otro supervolcán, acabara con la raza humana, o una gran parte de ella. Sin embargo, es mucho más probable que eventos más frecuentes como epidemias, sequías, inundaciones y terremotos continúen suponiendo el mayor número de víctimas humanas en catástrofes en un futuro previsible.

 Fuentes:
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